En campos donde no crecían nada salvo malas hierbas
encontré una flor a mis pies.
Doblándose en mi dirección,
enrollé la mano sobre su tallo
y tiré hasta que cedieron las raíces.
Encontrando ahí lo que echaba de menos.
Pero sé...
Y me dije a mi mismo, me dije que estaba mal.
Hay un punto que pasamos del que no se puede regresar.
Sentí la fría lluvia de la tormenta que avecina.
Y gracias a ti,
no he podido dormir durante mucho tiempo
y cuando lo hago, sueño que me ahogo en el océano,
anhelando una playa en la que descansar la cabeza
Seguiré tu voz,
lo único que tienes que hacer es gritarme.
Dentro de mis manos estos pétalos se doran
se secan callendo al suelo
pero ya es demasiado tarde.
Aprieto los dedos contra la tierra
devolviendo esta flor al polvo
para que así pueda vivir. Y ahora me alejo.
Pero lo sé...
No pasa un sólo día en que no sienta esta quemadura,
hay un punto que si pasamos no podemos regresar.
Siento la fría lluvia de la tormenta que se acerca.
Todo gracias a ti,
no he podido dormir en tanto tiempo
cuando lo hago sueño que me ahogo en el océano
anhelando una orilla en la que apoyar mi cabeza
dentro de tus brazos...
Gracias a ti, creo en los ángeles.
No de esos con alas, no, no de esos con halos.
Creo en esos que te llevan a casa,
cuando tu hogar es un lugar extraño
Seguiré tu voz, todo lo que tienes que hacer
es gritarme.
RISE AGAINST - THE SUFFERER AND THE WITNESS (2006) - Track 12 - The Good Left Undone
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